No eres tú… Soy yo.!

Es la típica excusa del infiel o dícese de la persona que tiene un segundo frente. En esta historia narraremos una de las premisas mayormente utilizadas por las personas cuando el amor se acaba, la rutina azota, cuando los amantes surgen, cuando los cuernos hacen acto de presencia “NO ERES TÚ, SOY YO” dicho de otra manera: “Necesito un tiempo” en resumidas cuentas… cuando llega alguien te calienta el oído y adiós luz que te apagaste… porque allí es donde tienen el valor, la insensatez o el descaro de dejar lo seguro por lo inseguro (salvo algunas excepciones en las que, lo que se creía seguro se torna inseguro y tedioso… mientras que lo inseguro resulta ser una grata sorpresa…con futuro cimentado y demás).

Luego de ese ataque de valor/insensatez/descaro surge la ilusión de creer que todo será color rosa con su nueva adquisición (cabe destacar que para estas alturas ya el segundo frente, es legal y todo), pero siempre llega la hora de la verdad en el que las princesas y/o príncipes hacen metamorfosis a sapos comunes y silvestres. Y es que hay una realidad que aunque tratemos de obviar siempre está presente, y no es otra que –Lo que aquí haces, aquí lo pagas (totalmente de acuerdo) – entonces, la amiga melancolía hace su aparición estableciendo un sinfín de comparaciones nada benignas… “Son taaan diferentes”, “No me presta la misma atención”, “No tenemos nada en común”… y en ese momento la conciencia actúa partiendo de que “no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde” para posteriormente plantearse las siguientes interrogantes: ¿Y si llamo?, ¿Se habrá olvidado de mi?, ¿Estará con alguien más? NO SEÑORES, las cosas pasan y hay que seguir el camino. Ni las persona y muchos los sentimientos son un servicio público, que estarán allí para cuando lo necesites o te dé un ataque de depresión. Aprende a darle valor a lo que tienes “Cuando lo tienes”, no cuando ya es tarde. En conclusión, lo que se quiere demostrar es que, después que se toma una decisión debemos saber cargar con las consecuencias, porque toda acción genera una reacción, SIEMPRE!

Cuando se acaba el amor, la pasión, el respeto, el deseo… SE ACABA Y PUNTO. No hay motivos para andar con rodeos y alargar la agonía haciendo sentir a la otra persona insegura y culpable, cuando en realidad el único culpable es quien “está confundido”... recuerda que si no puedes hacerle bien a alguien, al menos evita hacerle daño o lastimarla. Y si pides un tiempo, no pretendas encontrar intacto un sentimiento que tú te encargaste de destruir por tu indecisión. El tiempo pasa, las cosas cambian y llegan personas que sí están dispuestas a valorar, por eso cuando sientes que no te aprecian o no estás valorando lo que tienes, es preferible retirarse y despedirse con elegancia, como lo cita el autor Walter Riso "La reciprocidad es la base sobre la cual se edifica el amor equilibrado. Nadie te está sugiriendo que seas codicioso o hambriento en la relación con tu pareja, lo que se argumenta aquí es el respeto por uno mismo y el trato igualitario"

"El amor tiene dos enemigos principales: la indiferencia, que lo mata lentamente; y la desilusión, que lo elimina de una vez" (Ama y no sufras – Walter Riso)